Wednesday, February 8, 2012


El resultado de la lucha de poder en Egipto

¿Qué ideología gobernara, musulmana o demócrata?



Tendrá lugar la batalla del Armagedón, y ese día no debe encontrar a ninguno de nosotros durmiendo. Debiéramos estar completamente despiertos, como vírgenes prudentes que tenemos aceite en nuestras vasijas y en nuestra lámparas. El poder del Espíritu Santo debe estar sobre nosotros, y el Capitán de las huestes del Señor estará a la cabeza de los ángeles del cielo para dirigir la batalla. Solemnes eventos ocurrirán en el futuro. Sonará una trompeta tras otra; una copa tras otra serán volcadas en forma sucesiva sobre los habitantes de la tierra. Escenas de enorme interés están casi sobre nosotros, y estas cosas serán indicaciones seguras de la presencia de Aquel que ha dirigido en todo movimiento agresivo, que ha acompañado la marcha de su causa a través de todos los siglos, y que ha prometido bondadosamente estar en persona con su pueblo en todos sus conflictos hasta el fin del mundo. Él defenderá su verdad. Él hará que ésta triunfe. Él está listo para suplir a sus fieles de motivos y poder de propósito, inspirándoles esperanza y valor en la creciente actividad cuando el tiempo esté muy cercano.  Mensaje Selecto  tomo 3 pg. 487.



Egipto bajo el control de Asiria – Estados Unidos y sus Aliados



¿Quién gobernara a Egipto los poderes musulmanes (tendencia islámica)  o Demócratas (con tendencias occidentales)?



Egipto bajo el control de Asiria.



Nota: en estudios anteriores hemos aprendido que en profecía otro de los nombres que tiene el mundo ingles o Estados Unidos y sus aliados es Asiria antitipica.

Si aún no ha estudiado ese tema favor de pedirlo.



Todos los profetas antiguos hablaron para nuestro tiempo



“Nunca estamos ausentes de la mente de Dios. Dios es nuestro gozo y nuestra salvación. Cada uno de los profetas antiguos habló menos para su propio tiempo que para el nuestro, de manera que sus profecías son válidas para nosotros. "Y estas cosas acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos" (1 Cor. 10: 11). "A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles" (1 Ped. 1:12).” -  Mensaje Selectos 3 pg. 386.

Asiria gobierna a Egipto en el tiempo del fin

Isa. 20.



Versículo 3

Y dijo el Eterno: "Mi siervo Isaías anduvo tres años sin ropa y descalzo, señal y pronóstico para Egipto y Etiopía.

Notemos que estos tres años son simbólicos de vergüenza, lucha, perdida y fracaso. Estos tres años son un pronóstico contra el mundo de Egipto y africano – etiopia en el tiempo del fin. Los tres años son mejor entendidos con lo que Elías le dijo a Acab en su tiempo que por tres años no habría lluvia – 1 Reyes 17:1. 18:1 sino por su palabra.

Así con Egipto estos tres años simbólicos – representan un largo periodo de cosas graves que experimentara esa nación.



Asiria los llevara cautivos

Versículo 4

"Así el rey de Asiria llevará a los cautivos de Egipto y a los deportados de Etiopía, jóvenes y ancianos, desnudos y descalzos, y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto.

La profecía no deja duda alguna que:

·         quien gobernara con poder a Egipto y África es Asiria antitipica

·         – Estados Unidos y aliados

·         o dicho de otra forma las naciones demócratas, naciones cristianos, naciones protestantes.

·         o el mundo de habla inglés.

·         Los jóvenes y ancianos según la profecía están altamente involucrados en estos eventos proféticos.

Es interesante que en el evento actual en Egipto desde que Este presidente Hosni Mubarak ha estado en el poder lo ha estado bajo las direcciones del occidente o Asiria antitipica. También debe saberse que  los que más han sufrido son los “jóvenes” – pues estudian y no tienen trabajo y los “ancianos” con la economía no hay dinero y futuro. Por eso creemos que estos eventos son profecías en acción, se están cumpliendo.

Si el presidente fuese depuesto o dejara el poder a alguien más, o alguien más lo tomara notemos que la profecía nos dice que Asiria los llevara cautivos, gusten o no esta ya escrito que tipo interés gobernarían a Egipto y sin argumento dice que es bajo Asiria.

Versículo 5

"Y se turbarán y avergonzarán de Etiopía su esperanza, y de Egipto su gloria.

Esta profecía nos muestra que eventos en África y Egipto solo será para vergüenza de ellos mismos. Serán turbados y confundidos en los rumbos que los llevara la profecía. Sin dejar de ver que todo esto es bajo la dirección o mando de asiria. La profecía no miente. Los eventos hablando hoy  día que acciones no sabias traerán vergüenza y su gloria ser cuestionada.



Después de intenciones por cambiar a Egipto se lamentaran

Versículo 6

"En aquel día el habitante de esa región dirá: 'Mirad cuál fue nuestra esperanza, adonde acudimos por auxilio para librarnos del rey de Asiria. ¿Y cómo escaparemos?'"

Es súper interesante lo que dirán aquellos que buscaban otro tipo de gobierno que no fuera con índole demócrata. Buscan paz de un gobierno como el de Hosni Mubarak pero su “auxilio” no será lo que deseaban o buscaban.

También esta profecía nos muestra que en un momento huyen, se quitan o evaden la autoridad de asiria buscando ayuda en otras potencias pero la profecía claramente nos dice que el:

  • Poder demócrata gobernara con poder tirano sobre Egipto le guste o no.
  • La profecía es muy clara al leer lo que se opina de Egipto, naciones árabes y Estados Unidos en el medio oriente.



La opinión secular sobre Egipto para el occidente – Estados Unidos y Aliados



El presidente Mubarak ascendió al poder amparado en las Fuerzas Armadas de su país El Cairo, Egipto

Hosni Mubarak ha sido un fiel guardián de los intereses estadounidenses en la volátil región en los casi 40 años que lleva en el poder, primero como jefe de la Fuerza Aérea, luego seis años como vicepresidente y sus casi 30 años como presidente del país árabe más poblado.

Quien mejor definió la colaboración de Mubarak con Washington fue el ex vicepresidente estadounidense Dick Cheney, señalando que Mubarak "ha sido un buen amigo, no solo de Estados Unidos, sino de muchos otros pueblos con los que mantenemos relaciones", y por ello pidió a la administración Obama que sea "tratado como se merece". Y es que Mubarak guió a Egipto de la órbita de la entonces Unión Soviética hacia Estados Unidos durante los duros años de la Guerra Fría.

Mubarak había heredado el movimiento laico prosoviético de sus antecesores Gamal Abdel Nasser, que había promovido el movimiento panárabe, y su sucesor Anual Sadat.

En esos tiempos Egipto se encontraba en conflicto con Israel y sus alianzas con el Kremlin soviético eran un dolor de cabeza para Washington y Tel Aviv.

Pero con la llegada de Mubarak las cosas cambiaron, poco a poco fue orientando su favoritismo a Occidente, sirvió de escudo protector para Israel al mantener el tratado de paz suscrito por Sadat y controlar a las distintas fuerzas palestinas y amortiguó el movimiento nacionalista nasserista que se había expandido por el Medio Oriente dando alivio a las viejas monarquías conservadoras de Jordania, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y otras.

Pero como la mayoría de los gobernantes del Medio Oriente se obsesionó con el poder y lo retuvo hasta en la actualidad, donde ya se comprometió a no presentarse a otro mandato en los comicios presidenciales de septiembre próximo. Ello implicará un cambio en el Egipto actual, donde varias generaciones solo conocieron a Mubarak como mandatario y no tienen opciones reconocidas para el cambio.

Vía al poder

Su camino hacia la presidencia se lo facilitó el estamento militar. Nacido en mayo de 1928 en Menufia, provincia situada en el Delta del Nilo, con 21 años se graduó en la Academia Militar Egipcia. El mismo año de su graduación, en 1949, pasó a la Fuerza Aérea: su formación como piloto de combate le llevó a la Unión Soviética en varias ocasiones para ampliar conocimientos, y su ambición le llevó a subir peldaños en la carrera militar. En 1969, ya era jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea; en 1973 ganó honores de héroe de guerra por su papel en la guerra de Yom Kippur, y un año más tarde fue nombrado viceministro de Defensa.

En 1975, Anwar al Sadat le nombró vicepresidente de la República Árabe de Egipto. Cuando aquel fue asesinado en 1981 a manos de islamistas, durante una marcha militar celebrada en El Cairo, Mubarak esquivó las balas y además accedió a la Presidencia para sorpresa de muchos, ya que no era muy conocido por la población. http://www.elheraldo.hn/Mundo/Ediciones/2011/02/07/Noticias/Mubarak-Un-guardian-para-Occidente-un-faraon-para-los-egipcios



Egipto para el occidente Estados Unidos y aliados



No es casual que el presidente Barack Obama eligió El Cairo para pronunciar su discurso de buena voluntad con el mundo musulmán en 2009. Obama comprendió algo que los árabes sienten hasta en la médula de los huesos: Pocos lugares tienen tanta resonancia en el corazón de su mundo.

Egipto está tan entrelazado con la conciencia del árabe moderno que se diría que toda la región recibe las aguas del Nilo. Se lo ha exaltado como faro del orgullo árabe, marginado por hacer las paces con Israel y elogiado como un centro de producción cultural, desde películas cómicas hasta las novelas del premio Nobel de literatura Naguib Mahfouz.

Aunque la arquitectura deslumbrante de Dubai y otros países del Golfo lo ha eclipsado en la década pasada, aún mantiene su antiguo prestigio en la imaginación popular árabe, que ahora observa fascinada los sucesos en las calles cairotas, embargada por una sensación de destino compartido.

"Egipto ha sido el faro político, cultural y social de los pueblos árabes", dijo Hadi Jalo, analista político en Bagdad, que fue desplazada hace siglos como centro de gravedad del mundo árabe.

En declaraciones a la red de televisión Al-Yazira, el ex embajador estadounidense en Israel Martin Indyk llamó a Egipto el "epicentro" tanto de las tendencias políticas árabes como de la capacidad de Occidente para interactuar con ellas. Ibrahim Arafat, de la Universidad de Qatar, dijo que Egipto es la "piedra angular" del Medio Oriente.

En su discurso de junio de 2009 en la Universidad de El Cairo, Obama habló de algunas de las cicatrices más dolorosas de la región, como los abusos de los antiguos amos coloniales y el hecho de haberla usado para las batallas políticas de la Guerra Fría. Indirectamente se remontó al surgimiento mismo de Egipto como forjador del espíritu árabe contemporáneo.

La Hermandad Musulmana -acaso el eslabón más fuerte en la oposición al presidente egipcio Hosni Mubarak- fue fundada por un maestro de escuela en 1928, cuando Gran Bretaña estaba en la cima de su poderío colonial. Comenzó como un llamado a rechazar las influencias occidentales y abrazar las tradiciones del islam. El mensaje ha cambiado con el tiempo. En la década de 1990 renunció a la violencia para buscar un acuerdo inestable con las autoridades, que le dieron cierto margen de acción aunque no levantaron oficialmente la proscripción.

Sin embargo, la Hermandad también ocupa un gran espacio en la narración árabe de la lucha contra la injusticia, en particular las hazañas de Sayyid Qutb, ahorcado por las autoridades egipcias en 1966, cuyas obras han influido en al-Qaida, entre otras organizaciones./

El otro gigante político egipcio de la década de 1960, el presidente Gamal Abdel Nasser, aparece como el autor de una concepción de la identidad árabe que trasciende las lealtades tribales y las fronteras políticas.

Su reputación como líder panárabe sufrió un golpe brutal con la derrota de las fuerzas encabezadas por Egipto en la Guerra de los Seis Días de 1967 con Israel, pero pocos líderes árabes han alcanzado semejante carisma.

"Es imposible hablar de una situación sana en el mundo árabe si Egipto está enfermo", escribió Ghassan Charbel, director del diario panárabe Al-Hayat en un editorial el domingo. Hay mucho de nostalgia en esa evaluación.

En Jerusalén, un estudioso palestino dice que la antigua prominencia egipcia sufre los embates de países fuera del redil árabe. Los estados no árabes de Irán y Turquía se están convirtiendo en los campeones de causas árabes como la ayuda a Gaza.

"Para el hombre de la calle, sea en el Golfo o el Mediterráneo, Egipto siempre ha sido el líder, pero esta posición se ha visto debilitada por Turquía e Irán", dijo Mahdi Abdul-Hadi, presidente de la Sociedad Académica Palestina para el Estudio de Asuntos Internacionales. "Entraron en ciertas batallas para hablar en nombre del orgullo nacional árabe".

Más allá de la política, la luz cultural de Egipto mantiene su fulgor, en particular para las generaciones anteriores a la Internet.

"Egipto es para los árabes lo que las pirámides son para el mundo", dijo el cineasta iraquí Odai Rasheed.

"Las pirámides aún se alzan desde miles de años, a pesar de los embates del tiempo, los invasores y los saqueadores. Eso es Egipto para los árabes".

Mubarak: Un guardián para Occidente; un faraón para los egipcios

http://www.denverpost.com/breakingnews/ci_17275474?source=pkg



Gaza, la cruz de la revolución egipcia



El paso fronterizo de Rafah es la puerta de Gaza a la vida. Es su conexión con Egipto, el único check-point no controlado por el Ejército de Israel, el pedazo de tierra que separa a sus ciudadanos, un millón y medio de palestinos, de una asistencia médica de calidad, la aduana por la que le llegan medicinas, materiales de construcción y combustibles con los que sobrevivir. Es su vía de oxígeno, tres años y medio después de que Israel decretase el bloqueo total de la franja. Pero Rafah es hoy una valla con el candado echado, un muro infranqueable. El Gobierno egipcio decidió su cierre el pasado domingo como medida de precaución ante la revolución que sacude a todo el país. Su mayor miedo: que los presos palestinos escapados de la prisión cairota de Abu Zaabal regresaran a la franja. Nadie consigue pasar de un lado al otro, ni cooperantes ni personal de la ONU ni periodistas ni empresarios. Es la cruz de la ilusión viva que hoy hace arder el mundo árabe.

La situación no es nueva para los ciudadanos de Gaza, ya que este paso abre con prolongadas intermitencias y sólo estaba permanentemente activo desde junio del pasado año, cuando el ataque israelí a la Flotilla de la Libertad llevó al Gobierno de Hosni Mubarak a habilitar esta vía como auxilio para los heridos más graves. La presión internacional hizo que la medida se convirtiese en una realidad cotidiana, pero las autoridades egipcias, alegando siempre vagos motivos de seguridad, aún cierran el paso una media de dos días al mes. Ahora lo grave es que ese bloqueo se prolonga ya por sexto día consecutivo, y su final no tiene fecha. “Cierre indefinido, no sabemos más”, dicen los soldados desde la garita del control. Lo que sí saben los ciudadanos es que esa orden tiene consecuencias inmediatas: menos materias primas, menos materiales de primera necesidad, precios más caros, más sufrimiento.

Por Rafah no entran alimentos ni bebidas, porque Egipto está obligado a enviarlos a Israel directamente y son las autoridades de Tel Aviv las que controlan su entrada en Gaza a través de pasos controlados por las IDF. Sin embargo, es clave para recibir medicamentos, como las casi 9.400 toneladas de medicinas llegadas en los últimos seis meses según la ONU, o para permitir el paso de pacientes cuya vida peligra en la franja por falta de asistencia sanitaria especializada, unas 15.000 personas cada mes, entre pacientes y acompañantes. Nada, ni cajas ni personas cruzan estos días. Es el caso de Nur Arrani, casada, tres hijos, que tiene permiso para ir a Egipto y someterse a un tratamiento intensivo de diálisis. Se lo concedieron el día 24 de enero, tras sufrir varios colapsos, pero no pudo ponerse en camino antes porque estuvo pidiendo ayuda a sus familiares para reunir algo de dinero. Ella es una de las 50 personas que cada día, pese a conocer la orden de cierre, pasan las horas sentadas en bloques de hormigón, aguardando a que la verja se abra. Sólo en 2010, 30 personas murieron esperando el ansiado permiso, según datos de la ONU. “Y ahora que lo tengo, puede que también muera”, suspira esta mujer, vieja de siglos con apenas 40 años, estremecida por los dolores.

Desde la central de Cruz Roja Internacional en Suiza confirman que actualmente tienen un cargamento de suero, analgésicos, vacunas y material de esterilización pendiente de la apertura del paso. No son materiales perecederos, puntualizan, pero tampoco pueden permanecer semanas enteras en contendores metálicos. Arthur Sufa, colaborador de Peace Now, relata que a unos 40 kilómetros de Rafah, en El Arish, su ONG tiene paralizado otro porte de ayuda humanitaria, y el Consulado de Francia también está aguardando los permisos necesarios para sacar del aeropuerto de El Cairo su envío trimestral de material médico. Anitta Som, médico holandesa, miembro del equipo de supervisores de la Organización Mundial de la Salud, sostiene que los centros sanitarios “están dosificando racionalmente los bienes para que no escaseen”. Por el momento, “hay de todo lo básico", aunque reconoce que están centralizando la atención en los grandes ambulatorios y hospitales, porque en los pequeños “falta suministro”. La OMS, añade, ha solicitado a Egipto que permita el paso de toda ayuda sanitaria acreditada. “Nos preocupa aún más que se impida el paso de enfermos. No todos tienen fuerzas para esperar”, reconoce.

Hay un problema más generalizado que el sanitario: el de la falta de combustible y de materiales de construcción. Por Rafah entra la gasolina necesaria para que funcione el transporte público, el particular, las maquinarias industriales y, sobre todo, parte de las calefacciones, un bien esencial en los días más fríos del año en la franja, con temperaturas de entre tres y diez grados. La principal vía de acceso para la gasolina no es tanto el propio paso como los túneles subterráneos que cruzan la frontera de lado a lado a lo largo de sus 12 kilómetros de extensión. Lo que llega de la tierra es ilegal, claro, comerciado por chavales (y hasta menores) que se juegan la vida y la salud horadando el suelo para traer mercancías de estraperlo. Egipto vigila bien para que no se cuelen armas por esos túneles, más de un millar según el Gobierno de Israel, pero suele mirar a otro lado cuando se trapichea con productos de primera necesidad. Sin embargo, el cierre de Rafah también ha llevado a sellar prácticamente por completo esos pasadizos.

En los últimos dos días apenas una decena de ellos permanecían activos, y sólo unas cuantas horas, aprovechando los cambios de guardia y la noche. DPA informa de que la gasolina que llega de Egipto es hasta seis veces más barata que la que viene de Israel, de ahí que sea la que consumen básicamente los ciudadanos de Gaza (de 1,8 a 6,5 NIS). Gasolineras como la que gestiona Mohamed Sfeir en Khan Yunis han gastado ya dos de sus cinco tanques de reserva, porque en parte se surte en el mercado negro. Tiene “algunos litros más” en el garaje que le hace de trastero, pero nada que le resuelva el problema. La última cisterna le llegó precisamente el domingo, así que es un “afortunado” que recogió las últimas gotas de fuel. Un proveedor le ha prometido para dentro de dos días gasolina israelí, más cara aún. “Un desastre”.

Dinero es lo que necesita Wazir Hana, constructor de Gaza. Ha pagado un porte de maderas para hacer pasamanos y marcos de ventanas en varias sedes oficiales del Gobierno de Hamás y otro más de cemento y aluminio para obras en un colegio y un centro vecinal, ambos en ruinas desde la Operación Plomo Fundido. Todo el material está esperando luz verde al otro lado de la frontera. Él ha adelantado el dinero y hasta que la mercancía no llegue a Gaza, sus clientes no le pagarán. Además, tiene que abonar las noches de hotel del camionero egipcio que debe hacer la entrega. “Sólo por Rafah nos entra cemento, hierro, pintura… Este cierre va a ser un golpe económico brutal”, resume.

Al ser el único paso franco no controlado por Israel, Rafah es la clave del dinamismo económico de Gaza. A mediados de enero, Tel Aviv decretó también el cierre del paso de Karni, el más importante para la importanción de trigo y animales, el más directo también para entrar en Gaza ciudad. De los cinco pasos fronterizos que existían antes de la victoria de Hamás en la franja, hoy sólo quedan dos abiertos, además del de Rafah: los de Erez (sólo para peatones, en el norte) y el de Kerem Shalom (para mercancías, en el sur). Mientras se amplía este último, como ha prometido el Gobierno de Benjamin Netanyahu, el flujo de entrada de víveres se ha ralentizado notablemente. “No es una medida contra la población, es una medida contra los terroristas que intentaba atacar a Israel desde Karni”, explican en la oficina de prensa de las IDF. La coincidencia de ambos cierres está empezando a causar obsesión y nerviosismo entre los ciudadanos de la franja, sobre todo por el carácter permanente de la medida.

En las tiendas y supermercados de la zona ya empiezan a escasear frutas y verduras, muy solicitadas en los túneles clandestinos. “No hay nadie al otro lado que recoja y venda, con las revueltas y el toque de queda”, explica Ali Bitar, dueño de un ultramarinos. Tres vendedores del barrio de Remal, relata, han anulado sus pedidos de carne y verdura fresca, provenientes de Israel, y han pedido que les traigan productos enlatados, “por si la situación se prolonga”. “De un modo u otro, aunque haya suministros, nuestra gente apenas puede comer, porque no tiene con qué pagar…”, añade. El 80% de la población, según datos del Banco Mundial, vive por debajo del umbral de la pobreza. Ali es pesimista, y teme que si Mubarak no sale rápido de Egipto, el conflicto se enquiste y Gaza lo pague. Un dato apuntala su pálpito: El Cairo también ha paralizado desde el domingo la obra del muro de separación que está construyendo en su frontera con Gaza, unos trabajos que comenzaron en diciembre de 2009. “Eso es grave”, repite.

Vista de los accesos al cruce de Rafah, aún con escombros de los bombardeos.
Abdel Wahed, pescador, toma como símil la práctica entre los marinos cuando un compañero muere a bordo. “Lo que se hacía era meterlo en una mortaja y coserla. La última puntada se daba siempre sobre la cara, en la nariz, para pincharle y ver que de verdad estaba muerto. Pues eso mismo es este cierre de Rafah: una puntada en la nariz después de años de bloqueo. Ya no podemos más”, dice enfadado. Los datos son tan contundentes como su comparación: antes de las rectricciones, cada día entraban en Gaza 433 camiones. Desde junio de 2007, Israel ha permitido 274 camiones, un tercio de camión al día.

Pese a las promesas de permitir la entrada de materiales para las organizaciones internacionales que reconstruyen la franja y a la flexibilización forzosa tras las muertes de la flotilla, Israel dejó entrar 149 camiones con material de construcción (grava, acero y cemento) por mes, en comparación con más de 5.000 camiones mensuales que cruzaban sólo un mes antes de implantarse el bloqueo. Eso sólo cubre el 3% de las necesidades de los habitantes. Israel ha aprobado apenas el 7% del plan de la UNRWA para la reconstrucción de Gaza, e incluso para los proyectos aprobados, se retrasa el permiso de transporte. A ello se suma la escasez de agua y energía, el deterioro sanitario, el desempleo masivo (más del 60%), la inseguridad alimentaria… Son datos aportados por Sari Bashi, director ejecutivo de Gisha, el Centro Legal sobre Libertad de Movimientos de Israel, que hasta ha creado un juego para explicar el drama fronterizo de la franja.

“La gente de Gaza sabe esperar, sabe resistir y sobrevivir”, dice orgullosa Fairuz Hasbun, una estudiante de Matemáticas. Confía en su fuerza para superar este cierre, “otro más”. No quiere pensar en los días por venir cuando le ilusiona tanto “la fuerza de los hermanos musulmanes que, por su mano, han dado la vuelta a una dictadura”. Sus compañeros de corrillo rehuyen la pregunta y hasta se niegan a dar su nombre. De política no se habla. Pero las sonrisas al hablar de Egipto y de Túnez denotan simpatía por la revolución. “Pero que no nos pase factura”, apuntala Abdel, el pescador.

La ANP y Hamás guardan silencio

Israel ha sido el primer país en salir en defensa de Hosni Mubarak pero, ¿qué se piensa en el lado palestino? Desde allí no llega más que silencio. Hamás se ha negado a valorar la revolución y sólo ha dicho oficialmente que “teme” la entrada de personas desde el país vecino a través de Rafah. De hecho, al menos cinco presos fugados han logrado entrar en Gaza, tres de ellos son incluso militantes de Hamás. La crítica pública es casi impensable en una Gaza amedrentada por el poder de Hamas, así que tampoco surgen voces internas que aporten más luz. Lo mismo sucede en Cisjordania, donde la ANP ha vetado manifestaciones ante los consulados de Egipto y Túnez y los medios de comunicación tratan la noticia tan de pasada que, en algunos informativos, ni aparece. “Es una muestra más de la rectricción general de los derechos de manifestación, de reunión y de expresión que aplica la ANP”, denuncia el independiente Annas Tarek, líder vecinal en Ramala.

El responsable de la Comisión Palestina Independiente para los Derechos Humanos, el doctor Mamdouh al Aker ha afirmado al diario israelí Haaretz que la ANP se mantiene al margen por su estrecha relación histórica con Mubarak y porque teme que las manifestaciones se descontrolen, en una población que puede encontrar en sus vecinos árabes el ejemplo de cómo se combate un gobierno que no es “absolutamente democrático”. “Muchos de los factores que han desencadenado estos movimientos se dan en Palestina, aunque no se ven porque el primer problema es la ocupación israelí”, añade. El doctor denuncia las detenciones arbitrarias, las tosturas, el amiguismo en la administración… como males de la ANP que podrían llevar a un levantamiento del pueblo, “porque el frente común contra Israel no puede ocultar eternamente esos defectos”. http://www.webislam.com/?idt=18558



¿Qué opina de la actitud de EE UU ante las revoluciones?

Su pragmatismo y su conocimiento del terreno hace que sea sensible a las situaciones sin vuelta atrás. Se adapta y coopera con tal de no perder por completo las riendas. A los norteamericanos se les puede gustar cuando se es un poco corrupto, pero no cuando se está del todo podrido hasta el punto de poner en peligro, a corto o largo plazo, la estabilidad del sistema. Entonces los norteamericanos dejan caer a sus aliados. A sus ojos solo hay algo intocable, Israel, y por eso en Egipto el desenlace aún no se ha producido.

Hace una semana que los medios de prensa occidentales vienen haciéndose eco de las manifestaciones y de la represión en marcha en las grandes ciudades egipcias. Esos medios establecen un paralelismo entre estos hechos y los que desembocaron en la caída de Zine el-Abidine Ben Ali, en Túnez, y hablan de un aire de rebelión que recorre el mundo árabe. También según esos medios, este movimiento puede extenderse a Libia y a Siria y debe beneficiar a los demócratas laicos, no a los islamistas, según dicen, porque la administración Bush sobreestimó la influencia de los religiosos y el «régimen de los ayatolas» que reina en Irán no es bien visto. Se cumpliría así el deseo expresado por el presidente estadounidense Barack Obama en la universidad del Cairo: la democracia reinará en el Medio Oriente.

Este análisis es falso en todos sus aspectos.

— En primer lugar, las manifestaciones de Egipto comenzaron hace meses. Los medios de prensa occidentales no les prestaban atención porque pensaban que no llegarían a nada. Los tunecinos no contagiaron a los egipcios sino que les abrieron los ojos a los occidentales sobre lo que está sucediente en la región.

— En segundo lugar, los tunecinos se rebelaron contra un gobierno y una administración corruptos que poco a poco comenzaron a expoliar a toda la sociedad, privando así de toda esperanza a un número cada vez mayor de categorías sociales. La rebelión egipcia no está dirigida contra ese modo de explotación sino contra un gobierno y una administración que están tan ocupados en servir a los intereses extranjeros que no les queda energía para responder a las necesidades básicas de su propia población.

Numerosos motines se han producido en Egipto durante los últimos años, ya sea contra la colaboración con el sionismo o provocados por el hambre. Estos dos temas están íntimamente vinculados. Los manifestantes se refieren simultáneamente a los acuerdos de Camp David, el bloqueo contra Gaza, los derechos de Egipto sobre las aguas del Nilo, la división de Sudán, la crisis de la vivienda, el desempleo, la injusticia y la pobreza.

Además, Túnez era administrado por una dictadura policial, mientras que Egipto es administrado por un régimen militar. Digo «administrado», y no «gobernado», porque en ambos casos se trata de Estados que se encuentran una bajo tutela postcolonial, privados de política exterior y de defensa independiente. Como consecuencia, en Túnez, el ejército logró interponerse entre el pueblo y la policía del dictador, mientras que en Egipto la cuestión tendrá que resolverse a golpe de fusil automático entre militares.

— En tercer lugar, si lo que está sucediendo en Túnez y en Egipto constituye un estímulo para los pueblos oprimidos, la realidad es que esos pueblos no son los que los medios occidentales se imaginan. Para los periodistas de esos medios, los “malos” son los gobiernos que se oponen –o que parecen oponerse– a la política occidental. Sin embargo, para los pueblos, los tiranos son quienes los explotan y los humillan. Es por eso que no creo que veamos revueltas similares en Damasco.

El gobierno de Bachar el-Assad es el orgullo de los sirios. Se ha puesto del lado de la resistencia y ha sabido preservar sus intereses nacionales sin ceder nunca ante las presiones. Lo más importante es que ha sabido proteger a su país del destino que Washington le reservaba: el caos, como en Irak, o el despotismo religioso, como en Arabia Saudita. Aunque ciertos aspectos de su administración son muy criticados, está desarrollando una burguesía y los procesos de decisión democrática que la acompañan. Por el contrario, Estados como Jordania y Yemen son inestables, en lo que concierne al mundo árabe, y el contagio puede extenderse también al África negra, por ejemplo, a Senegal.

- En cuarto lugar, los medios de difusión occidentales están descubriendo tardíamente que el peligro islamista no es más que un espantapájaros. También deberían admitir que quienes lo activaron fueron los Estados Unidos de Clinton y la Francia de Mitterrand, durante los años 1990 en Argelia, y que la administración Bush lo infló después de los atentados del 11 de septiembre, mientras que los gobiernos neoconservadores europeos de Blair, Merkel y Sarkozy se dedicaban a alimentarlo.

Tendrían que reconocer además que nada tienen en común el wahabismo saudita y la Revolución islámica del ayatola Khomeiny. Calificar a ambas tendencias de «islamistas» no sólo es simplemente absurdo, sino que equivale a prohibirse a sí mismo la comprensión de lo que está pasando.

La familia Saud ha financiado, en colaboración con Estados Unidos, a grupos sectarios musulmanes que predican un regreso a la imagen que ellos tienen de la sociedad del siglo VII, la época del profeta Mahoma. Pero su impacto en el mundo árabe es similar al de los amish, con sus carretas de caballos, en Estados Unidos.

La Revolución de Khomeiny no tiene como objetivo la instauración de una sociedad religiosa perfecta, sino el derrocamiento del sistema de dominación mundial. Afirma que la acción política es para el hombre un medio de sacrificarse y de superarse a sí mismo y que es por lo tanto posible encontrar en el Islam la energía que se necesita para lograr el cambio.

Los pueblos del Medio Oriente no aspiran a reemplazar las dictaduras policiales o militares que los oprimen por dictaduras religiosas. No existe un peligro islamista. Simultáneamente, el ideal revolucionario islámico, que ya dio lugar al nacimiento del Hezbollah en el seno de la comunidad chiíta libanesa, está influenciando ahora al Hamas en la comunidad sunnita palestina. También puede ser capaz de desempeñar un papel en los movimientos que ya se encuentran en marcha, y ya lo está haciendo en Egipto.

— En quinto lugar, aunque no sea del agrado de ciertos observadores, y aunque estamos asistiendo a un regreso de la cuestión social, no se puede reducir este movimiento a una simple lucha de clases. Por supuesto, las clases dominantes tienen miedo de las revoluciones populares, pero las cosas son mucho más complicadas. Así que no tiene nada de sorprendente que el rey Abdullah de Arabia Saudita haya telefoneado al presidente Obama para pedirle que pare el desorden en Egipto y que proteja a los gobiernos ya establecidos en la región, sobre todo el suyo. Pero ese mismo rey Abdullah acaba de favorecer un cambio de régimen en el Líbano a través de la vía democrática. Abandonó al millonario líbano-saudita Saad Hariri y ayudó a la coalición del 8 de Marzo, incluyendo al Hezbollah, a poner en su lugar como primer ministro a otro millonario líbano-saudita, Najib Mikati. Los diputados que habían elegido a Hariri representaban al 45% del electorado libanés, mientras que Mikati acaba de ser electo por parlamentarios que representan al 70% del electorado.

Hariri respondía a los intereses de París y de Washington, mientras que Mikati anuncia una política de apoyo a la resistencia nacional. La cuestión de la lucha contra el proyecto sionista es en la actualidad extraordinariamente determinante en relación con los intereses de clase. Además, más que la repartición de la riqueza, los manifestantes protestan contra el sistema capitalista seudoliberal impuesto por los sionistas.

— En sexto lugar, y volviendo al caso de Egipto, los medios occidentales se precipitaron a aupar a Mohamed El Baradei, nombrándolo como líder de la oposición. Esto da risa. El señor El Baradei es una personalidad que goza de una agradable reputación en Europa por haber resistido por algún tiempo a las presiones de la administración [Bush], sin oponerse a ella completamente. Representa por lo tanto la buena conciencia que pretende tener ante Irak la Europa que, después de oponerse a la guerra, acabó apoyando la ocupación. Sin embargo, objetivamente, El Baradei es el hombre de los paños tibios al que le dieron el premio Nóbel de la Paz para no dárselo a Hans Blix. Se trata, sobre todo, de una personalidad sin influencia en su propio país. Existe políticamente porque los Hermanos Musulmanes lo convirtieron en su vocero ante los medios occidentales.

Estados Unidos ha fabricado opositores más representativos, como Ayman Nur, que Washington seguramente no tardará en sacar del sombrero, aunque sus posiciones a favor del seudoliberalismo económico lo descalifican ante la crisis social que está atravesando el país.

Como quiera que sea, en realidad sólo existen dos organizaciones de masas, implantadas en la población, que se oponen desde hace mucho a la política actual: los Hermanos Musulmanes por un lado y la iglesia cristiana de los coptos por el otro (aunque S. B. Chenudda III ve una diferencia entre la política sionista de Mubarak, a la que él se opone, y el rais, al que él se adapta). A los medios occidentales se les escapa ese detalle porque les han hecho creer al público que eran los musulmanes quienes perseguían a los coptos, cuando en realidad es la dictadura de Mubarak quien lo hace.

No resulta inútil hacer un paréntesis en este punto. Hosni Mubarak acaba de nombrar vicepresidente a Omar Suleiman, un gesto que busca evidentemente hacer más difícil su posible eliminación física por parte de Estados Unidos.

Mubarak se convirtió en presidente porque había sido designado vicepresidente y Estados Unidos eliminó al presidente Annuar el-Sadat a través del grupo de Ayman al-Zawahiri. Así que Mubarak se negó siempre a designar un vicepresidente por temor a ser asesinado a su vez. Al designar al general Suleiman, Mubarak escoge ahora a uno de sus cómplices, el mismo con quien él se manchó las manos en la sangre de el-Sadat. En lo adelante, para tomar el poder, no bastará con matar al presidente sino que habrá que ejecutar también a su vicepresidente. Pero Omar Suleiman es el principal artífice de la colaboración con Israel, así que Washington y Londres van a protegerlo como la niña de sus ojos.

Además, Suleiman puede apoyarse en el ejército israelí frente a la Casa Blanca. Y ya trajo francotiradores y equipamiento israelíes que se encuentran listos para abatir a los elementos más activos (líderes o cabecillas) durante las manifestaciones callejeras.

— En séptimo lugar, la situación revela las contradicciones de la administración estadounidense. En su discurso de la universidad del Cairo, Barack Obama tendió la mano a los musulmanes y exhortó a la democracia. Pero ahora hará lo que sea para impedir elecciones democráticas en Egipto. Él puede tolerar un gobierno legítimo en Túnez, pero no en Egipto. Unas elecciones beneficiarían a los Hermanos Musulmanes y a los coptos. De ellas saldría un gobierno que abriría la frontera con Gaza y que liberaría al millón de personas allí encerradas.

Los palestinos, con el apoyo de sus vecinos, el Líbano, Siria y Egipto, romperían el yugo sionista.

Hay que señalar aquí que durante los dos últimos años, estrategas israelíes han analizado la posibilidad de orquestar una maniobra. Considerando que Egipto es una bomba social, que la revolución es allí inevitable, han estudiado la posibilidad de favorecer un golpe de Estado militar a favor de un oficial ambicioso e incompetente.

Este último emprendería entonces una guerra contra Israel y fracasaría en ella. Tel Aviv recuperaría así su antiguo prestigio militar y recuperaría también el monte Sinaí y sus riquezas naturales. Se sabe que Washington se opone resueltamente a ese escenario, demasiado difícil de controlar.

En definitiva, el Imperio anglosajón sigue anclado a los principios que él mismo fijó en 1945: es favorable a las democracias que toman «la decisión correcta» (la del servilismo) y se opone a los pueblos que toman «la mala» (la de la independencia).

Por consiguiente, si les parece necesario, Washington y Londres no tendrán reparos en apoyar un baño de sangre en Egipto, con tal de que el militar que salga ganador sobre los demás se comprometa a mantener el statu quo internacional.

Thierry Meyssan es analista político francés. Fundador y presidente de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008). http://www.webislam.com/?idt=18532



Los manifestantes se siguen concentrando por miles en la plaza Tahrir.

Así que decidieron organizar una manifestación el 25 de enero. Habían visto cómo las protestas callejeras habían derrocado a un presidente autoritario en Túnez la semana anterior y se preguntaron si podrían hacer lo mismo con Mubarak.

"Para ser honesto, pensamos que no duraríamos ni cinco minutos", me confesó Elelaiwy, formado en una largas filas de hombres que estaban haciendo cola en un puente sobre el río Nilo para entrar a la plaza Tahrir (las mujeres no tienen que hacer cola). "Pensábamos que íbamos a ser detenidos de inmediato".

Pero la protesta fue mucho más grande de lo que jamás hubieran imaginado y el régimen comenzó a resquebrajarse.

Un país diferente

Egipto es ahora un país diferente del que era el primero de enero, cuando el presidente Mubarak parecía tan asentado en el poder como nunca antes.

El partido en el poder, el PND, había amañado las elecciones de una forma que era increíblemente cínica incluso por sus propias normas.

El presidente, a pesar de estar preparando a su hijo Gamal como su sucesor más probable, no había descartado la posibilidad de presentarse el mismo como candidato para un nuevo mandato.

Para ser honesto, pensamos que no duraríamos ni cinco minutos

Manifestante egipcio.

Sin embargo, después de dos semanas de protestas callejeras, Mubarak ha dicho que no va a presentarse de nuevo y su hijo ha sido descartado como su sucesor.

El régimen ha comenzado, lentamente y de muy mala gana, a hablar de reformas.

Mientras miles de manifestantes siguen acampando en el centro de El Cairo, la proscrita Hermandad Musulmana ha estado en conversaciones oficiales con el gobierno y, al parecer, muchos egipcios han superado el miedo a la policía estatal.

Algunos comentarios de extranjeros sobre El Cairo son un tanto condescendientes cuando hablan que la ciudad está volviendo a la normalidad debido a que algunas tiendas han abierto y algunas calles están una vez más congestionadas por el tráfico.

Los londinenses verían la situación como algo totalmente anormal si encontraran tanques en las calles y vieran a miles de manifestantes reunidos frente al Parlamento y zonas aledañas.

Concurso de voluntad y resistencia

El hecho es que las manifestaciones contra el presidente Mubarak en el lapso de dos semanas han cambiado a Egipto de una manera en que sus oponentes apenas se hubieran atrevido a soñar a principios de año. Y la verdad es que habrá más cambios.

Pero el régimen está muy aferrado al poder y está luchando para conservarlo.

Se trata de un concurso de voluntad y resistencia y se va a poner difícil para los manifestantes. Es evidente que el presidente Mubarak y su nuevo vicepresidente, Omar Suleiman, están tratando de preservar tanto del antiguo sistema como puedan.

Al parecer los dos han conseguido un logro importante. En conversaciones informales en El Cairo he tenido la impresión de que muchos egipcios han comprado el argumento del presidente de que si se va de inmediato, que es lo que los manifestantes están exigiendo en la plaza Tahrir, el país caería en el "caos".

Esto lo he escuchado de personas que están contentas de que el presidente se vaya en septiembre. Pero ese pensamiento, sospecho, es más fácil para los egipcios que no han tenido la experiencia personal de los organismos de seguridad de Mubarak.


La oposición egipcia insiste en que seguirán en las calles hasta que Mubarak abandone el poder.

Silenciar a los críticos del régimen en nombre de la estabilidad ha sido una prioridad para Mubarak desde el principio.

Sus oponentes están furiosos por lo que parece ser el renovado éxito de un viejo refrán. Dicen que el régimen -no los manifestantes- crea el caos.

Y señalan que no tienen ninguna razón para confiar en cualquier cosa que el presidente y sus allegados prometan, como la decisión que anunció Mubarak de abandonar el cargo en septiembre.

La postura de Washington

Diplomáticos occidentales han expresado su frustración por el lento ritmo del cambio en la esfera superior del gobierno. Uno de ellos expresó incredulidad cuando se le preguntó sobre el argumento del presidente de que su presencia al mando del timón estabiliza el país.

"¿Estás bromeando? El Cairo está inmerso ya en el caos. La economía está colapsando, están poniendo en peligro todo el progreso económico que lograron en más de 20 años", dijo el diplomático.

En cuanto a la actitud de Suleiman a la reforma, otro diplomático dijo: "Omar lo entiende, pero su corazón no está en eso".

¿Estás bromeando? El Cairo está inmerso ya en el caos. La economía está colapsando, están poniendo en peligro todo el progreso económico que lograron en más de 20 años

Diplomático occidental

Se dice que el vicepresidente se ganó la confianza de Mubarak tras haberlo salvado de un intento de asesinato. Es difícil imaginarlo echando fuera a su antiguo jefe, incluso si pudiera, antes de septiembre.

Y, además, los estadounidenses y sus aliados occidentales se abstienen de ejercer demasiada presión pública.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, se declaró complacido con las conversaciones que sostuvo Suleiman con algunas figuras de la oposición el fin de semana, a pesar de que los interlocutores no se mostraron contentos.

Las llamadas del gobierno de Obama para la transición del poder han perdido la urgencia que tenían cuando los manifestantes estaban muriendo en las calles.

Una razón clave para esto, tal vez un momento crucial en la crisis, fue la decisión del ejército de desplegarse adecuadamente en la plaza el viernes pasado. Los militares crearon un perímetro alrededor de Tahrir y enviaron hombres y armas suficientes para hacerlo cumplir.

Revolución inconclusa

Esa acción tuvo dos consecuencias fundamentales. Proporcionar protección real a los manifestantes antiMubarak por primera vez. La mayoría de los enfrentamientos se detuvo, porque las dos partes se separaron.


Los soldados (aún cuando rezan), brindan protección a los manifestantes.

Pero también significaba que el ejército estableció algún tipo de control.

El alambre de púas hizo muy difícil para los manifestantes causar problemas al régimen en otros lugares. Y le ayudó al ejército revisar quién entraba y quién salía de la plaza Tahrir.

Mientras escribo esto, por ejemplo, no estoy en la plaza porque a los periodistas extranjeros sin tarjeta de prensa egipcia no se les permite entrar.

La BBC, por supuesto, ya pidió tarjetas de prensa para sus equipos de noticias enviados al país, pero las solicitudes han quedado detenidas en algún lugar dentro de la burocracia egipcia.



Esta es una revolución inconclusa.

Cuando los historiadores la estudien, el momento exacto de la salida del presidente Mubarak no va a ser su principal preocupación.

Suponiendo que se vaya, lo que será importante será el hecho de que un régimen autoritario que parecía intocable fue obligado a salir por la voluntad del pueblo.

La verdadera prueba del éxito de la revolución o su fracaso, será ver si cambia a Egipto de manera permanente.

Y esto no significa cambiar el rostro en la esfera superior del poder para preservar el sistema.

Esto significa que la democracia y las elecciones de septiembre serán una prueba muy grande

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/02/110208_egipto_analisis_gz.shtml





Ojo Ojo Ojo que todo lo que está ocurriendo en el mundo y  Asiria  involucrado nos muestra que su tiempo está llegando a su fin así TAMBIEN NUESTRA liberación con el sello. Dios nos bendiga con el deseo de consagración mientras los eventos nos hablan cada vez mas fuerte.






















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